sábado, 26 de marzo de 2011

pintando y pensando....

Domingo a veintitantos de marzo, de 2011, me parece tan poco creíble que hable del 2011 cuando mi mente y mi corazón quisieran vivir en el dos mil en el mil novecientos no es en realidad que ansíe de nuevo esa época pero si ansió sentirme tan libre siendo preso. Esa edad cuando se sabe que en la vida se necesita dinero pero no estamos preocupados por obtenerlo, cuando todavía se hace nudos el estómago al ver pasar alguno que otro chico que nos gusta, cuando la respiración se acorta para dejar pasar la emoción de cualquier permiso concedido, cuando nuestras  primeras mascotas aún viven y nos reciben día a día. Cuando los deberes de la escuela hacen tan dura nuestra jornada y sin embargo al terminarles  todo mágicamente desaparece.
Si ansió sentirme así, ansió creer que soy capaz de todo y no como ahora que conozco mi propia capacidad y mi propio alcance, ser niño sin serlo, sin el temor de ser cada día más viejo. Sin ver como la ciudad se empólvese, se envicia, se pierde.
Esa época donde podemos salir con los amigos y perdernos horas aunque solo sean algunos minutos, esa época donde el teléfono dejaba marca en nuestro oído de tanto usarlo, esa época en la que las sonrisas eran tantas que nunca nos cuestionábamos cuantas veces habíamos reído.
Esa época donde después de reír no se guarda la compostura. En fin, al final eso es pasado.
Hoy como dije al principio me encuentro con tanto miedo y a la vez felicidad. Finalmente renuncie a una situación que me daba tan poco y que  permití que me afectara a tal punto de olvidarme de mí. Olvide mi mente, mi corazón, mi cuerpo, mis sueños. Hoy que finalmente estoy en el punto del cero y que puedo volver a recuperar todo eso, estoy simplemente paralizada.  Porque se mis capacidades, porque se tanto del mundo, porque las sonrisas ya no son eternas, porque mis primeras mascotas juegan hace años en los cielos, porque la ciudad ya no es un punto por conocer, porque  estoy desempleada con el miedo de no ser lo suficiente para obtener algo que vaya acuerdo a mis expectativas.
Sin embargo hago una pausa  a mi labor de refrescar mi nuevo ambiente con pintura de color verde pálido, para darme una palmada en la espalda y sentirme mejor, para saber que debo recordar ser niña para poder confrontar a un mundo que no termino de entender ni de querer.  Debo ir más atrás para poder avanzar, recordar que nada me frenaba, recordar el lugar donde nací, recordar cuanto amaba el agua, el aire, la luz y la noche, recordar correr a la laguna sin frenarse, sambullirse para luego sumergirse tan profundo hasta escuchar solo el latido de mi propio corazón pero sobre todo recordar sentirse sin miedo, feliz ante cualquier cambio y con muy bajas expectativas.  En fin,  hoy se abre un capitulo nuevo y esta vez espero que sea uno lleno de felicidad.

No hay comentarios: