A veces nos toca estar
donde no debemos y otras, estamos aunque no lo queramos donde debemos. Esas
ocasiones que por más triste que sea el momento exigía nuestra presencia aunque
a nosotros nos resulte sumamente doloroso el estar ahí.
Es
raro como la vida nos pone justo donde debemos estar para aprender. En
mayo de 2014 mi vida cambio no fue un cambio buscado o un cambio de acciones o
circunstancias simplemente enferme a tal punto que por un instante divise cuan efímera
es la vida, para luego darme cuenta que el miedo es finalmente a lo que debemos
temer. Después de tres duros días y antibióticos mas antivirus salí de esa
enfermedad pero me dejo secuelas, secuelas que me hicieron crecer y darme
cuenta de muchas cosas.
Aprendí
que es el miedo y aprendí cuan preso puede hacernos, aprendí cuan necesario y
vital es la paz mental y cuan fácil podemos nosotros mismos secuestrarla, aprendí
que aunque se esté rodeado de mucho y se cuente con el apoyo de estos, se puede
uno sentir muy solo.
He
aprendido mucho por estas extrañas circunstancias, he aprendido cuanta
necesidad de amor tengo y cuanta necesidad de amor hay en el mundo, aprendí que
lamentablemente a veces queremos amar a otros en vez de amarnos a nosotros
mismos y darse cuenta de esto no es fácil así como no es fácil empezar a ser
otros, otro que no se lastime tanto y se dé cuenta que merece ser tratado con
amor.
También
aprendí cuantos talentos tenemos y cuan poco tiempo le dedicamos a esto, aprendí
de la devoción y de la ilusión. Aprendí cuan difícil es caminar una vez que
eres consciente de cuanto duele la caída pero que el alma puede ayudar a sanar
a la mente y que el corazón nunca está confundido que parece que lo está porque
nuestra mente monopoliza cualquier sensación pero que el corazón como los
viejos dicen es sabio.
Hoy
después de mucho tiempo vuelvo a escribir, pensé en llevar un diario de todo
por lo que pase, pero me di cuenta que ahora ya no importa, que es mejor la conclusión
cuando se refiere a cosas del pasado y aprendizaje, Cuando se refiere al dolor
siempre es mejor llegar a la conclusión. Hoy es un nuevo día, y esta entrada no
es amarga acerca del porque no se crece o porque no se entiende, esta entrada
es sobre aprender y equivocarse en el camino; es sobre retomar viejos talentos
y acercarse a uno mismo como amigo.
Ojala
que de hoy en adelante, todo lo escrito sea para beneficiar la vida de alguien,
pero sobre todo para beneficiar este corazón tan mal herido.
“Mientras moria dentro de mis pensamientos más catastróficos
me di cuenta que jamás he amado, me di cuenta de cuan solo se siente mi corazón,
me di cuenta cuan fuerte es el miedo cuando se apoya en el sinsabor y finalmente lo vi claro : todos estos años me
estuve ignorando y ahora solo quería ir y besarme, mirarme y susurrar a mi
propio oído : todo estará bien, y cuando finalmente me di cuenta que el
pensamiento había terminado pero yo no moriría, supe que no volvería a sentirme
sola porque tendría finalmente mi propio amor. Me extendí un abrazo y me apreté
entre mis brazos y si hubiera podido me hubiese besado diciéndome: todo estará bien.
Y lo estará”. SEÑORITA LLUVIA