Y lo miras por un minuto, por primera vez
después de mucho tiempo, lo ves tan maravilloso como la primera vez que lo
viste y con ese sentimiento de felicidad de verlo pleno viene esa marea de
tristeza de saber que jamás estarás en su vida y que su vida corre en una
dimensión alterna a la tuya. Y por ese minuto todo ese sentimiento que alguna
vez te ahogo, te ahoga de nuevo y te quedas ahí, pausada mientras termina ese
minuto; mientras mueres. Al termino de ese minuto cada quien vuelve a su
dimensión, tus pasos se dan solos y solo queda el recuerdo de todo eso que
querías que fuera pero jamás fue.
Y
quisieras si pudieras detener el tiempo, tocar ese momento... tocarlo, besarlo;
sin embargo no importa lo que hagas no se detendrá ni te corresponderá. La
mirada se pierde y mientras se camina buscas la forma de no caer de rodillas y
llorar.
Los
amores no correspondidos son dolorosos pero son más dolorosos esos momentos
donde te rencuentras todo ese dolor que pensaste dejar atrás, y cuando estas
cerca de esa persona sabes que no se fue solo se mantuvo en calma esperando el estímulo
correcto para volverte ahogar.
Y uno
quisiera sentir ese amor que le fue negado, ese amor por que uno lucho en vano,
pero todo termina en una simple conclusión, un simple NO.
No se
puede, no fue, no será.. NO.
Y
caminas y maldices a la suerte por atreverte a verle otra vez...De nuevo a los
pasos cortos y la respiración entre cortada que anuncia una forma de contener
la situación de contener al dolor.
De nuevo quedarte con las ganas de decirle cuanto le amas y el dolor de escuchar un YO NO. Te quedas ahi conteniendo la necesidad de decirle todo el significado que tiene él. Te quedas ahi pensando....
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