Todo termina; con el aire de lluvia y el caluroso verano que se agolpa hasta finales de otoño. Lo que fuimos llega y se va, y la ironía queda en lo que somos ahora y lo que ansiamos ser. Las palabras galopan lejos de mí, las palabras se funden en la materia y se quedan ahí, sin tener efecto de nada y la marea de pensamientos me inunda.
El camino ha ido enfriándose,
ya no dan ganas de una abrazo cálido,
uno se acostumbra andar solo y después de un tiempo
no se extraña a otros si no el propio tiempo de estar con uno solo.
Los ideales mueren; los cambios estrepitosos llegan
nos lastiman, nos golpean, nos cambian.
Ya no somos los que fuimos hace unos minutos ahora somos totalmente otros.
Nos miramos vacíos y nos pensamos completos.
Agobio, tristeza, confusión ahí en la ventana.
Sin escatimar nada.
Todavía miro al hubiera,
Todavía el corazón te recuerda y aún sigo intentando borrarlo.
Ahí mirando al vacío de mi inerte sentimiento,
Ahí sin una realidad de nada, ahí hasta el día de mañana.
Adiós a los estadios largos de ilógica espera
Adiós a la posibilidad de ser futuro.
Adiós a los días de añoranzas, a las palabras y a los besos jamás dados
Adios A.J. Adios.
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